La disciplina es una de las virtudes más importantes para poder lograr casi cualquier objetivo que tengamos en mente, incluso es considerada por grandes culturas ejemplares, como el recurso más valioso por encima de cualquier motivación.
Como empresario es de suma importancia poder canalizar la disciplina en todos las áreas de tu compañía, pero más aún en ti mismo como CEO o dueño de negocio, tú no puedes darte el privilegio de romper la continuidad disciplinaria, tu no.

La disciplina en relación al dinero, podría decirse que es de las más difíciles de manejar, todo lo que tenga que ver con el dinero, perdidas, ganancias, impulsos de gastos innecesarios, etc.,
te generan emociones que realmente te descontrolan y te hacen salir de tu zona disciplinaria, y en consecuencia a tomar decisiones indebidas

A lo largo de nuestra trayectoria como Asesores Financieros y Tributarios, hemos detectado un patrón repetitivo en más de un 80% dentro del gremio empresarial, en particular en las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).
Este patrón tiene que ver directamente con la falta de control en sus finanzas tanto empresariales como personales, pero vamos directo al daño que ocasiona la falta de control solo en las finanzas empresariales.

Vamos viendo un ejemplo de un Contratista que le acaban de autorizar una obra con un valor de $500,000.00 pesos mexicanos. Esta persona cree que no necesita un contador y que él puede manejar sus finanzas solo en su mente, además de estar al frente de toda la obra. El está muy contento porque además la empresa le pago por adelantado el valor del proyecto.
Él no sabe cuáles serán sus ganancias de ese trabajo porque no tiene debidamente identificados los costos operaciones fijos ni variables, ni lleva un control contable de su empresa, lo que incluso puede llevar a no saber si realizo bien su presupuesto

En medio de la euforia, la emoción lo controla, se siente millonario y se va de compras y de fiesta a celebrar con sus amigos y familiares, y comienza a gastarse parte del pago de la obra, sin saber cuál será la ganancia que realmente se puede gastar, no olvidemos que aún tiene un compromiso por cumplir. Una vez que comienza a hacer frente a los primeros costos de la obra decide conseguir un financiamiento con proveedores de materiales, hasta entonces todo camina viento en popa. Pasan las semanas, sigue viendo saldo en su cuenta bancaria y sigue gastando en para satisfacer emociones reptiles que le hacen olvidar sus compromisos inmediatos.

Por fortuna cumple su compromiso con el Contratante de la obra, pero al final observa que su saldo bancario ya no le ajusta para terminar de pagar nóminas, proveedores e impuestos, y no sabe cómo llego a esa situación (o se hace). Como nunca llevo un debido control contable, nunca supo cuánto debía ni cuáles eran sus costos con exactitud, lo que lo llevo a gastarse por anticipado utilidades inexistentes. Nunca supo que su SALDO BANCARIO NO ERA IGUAL A SUS GANANCIAS.

Desafortunadamente hay miles o millones de casos así en todo México, y ésta falta de disciplina y control es el principal motivo de que el 80% de las PYMES no rebasan de su primer año de operaciones. No importa cuál sea tu giro, no importa que tan listo y eficiente seas, debes controlar y disciplinar tus finanzas, y si no es tu campo de especialidad, acude a un profesional de inmediato.

Por ahorrarte ese gasto, estás perdiendo mucho más.